Por Karla Alemán
Arlington Catholic Herald
25 de septiembre de 2008
Aproximadamente más de 1,000 personas se hicieron presentes este fin de semana en el Centro Cultural Juan Pablo II, localizado al frente de la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C.
Por primera vez en este centro internacional de la cultural religiosa católica dedicada al tan recordado Pontífice Juan Pablo II se celebró una gran Misa de Sanación organizada por las directivas de la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington y de la Arquidiócesis de Washington, acompañados por los grupos de oración diocesanos — 23 de Virginia — y el ministerio de sanación e intercesión.
La Santa Eucaristía estuvo presidida por el Padre José E. Hoyos, director del Apostolado hispano y concelebrada por el Padre Alexander Díaz de San Felipe en Falls Church y el Padre Luis Fernando Franco de la Iglesia de Saint Bernadette en Springfield. El numeroso y entusiasta coro compuesto por el grupo de oración “El Camino de Jesús” de la Iglesia de San Antonio de Padua, fueron los encargados de la música.
El Dr. Hugh M. Dempsey, director ejecutivo del Centro Cultural Juan Pablo II nos decía: “Hace mucho tiempo no veía un movimiento tan bien organizado, lleno de tanta fe y tanta alegría. Estoy muy sorprendido y los felicito por el orden y el respeto a nuestra institución y a la Santa Eucaristía. Siempre serán ustedes bienvenidos,” agregó el Dr. Dempsey.
Muchos feligreses de las parroquias de Washington y Maryland se hicieron presentes. El Evangelio nos hablaba de los “últimos” que serán “primeros” según la lógica de Dios. El Padre Hoyos explicó el Evangelio con la parábola de los obreros en la viña, ó mejor dicho, la parábola del contratista generoso, porque es el protagonista principal y no los obreros. Igualmente nuestro proceso de sanación es a través del trabajar y de ser obrero y constructor de nuestra fe.
El Señor Jesús se convierte en el protagonista de nuestra sanación y salvación. Jesús de Nazaret distribuye sus denarios de la misma manera que los trabajadores de las primeras horas. Esta manera esplendida de obrar es insólita e inusual. El primero y el último son recompensados de la misma manera, sin privilegios preestablecidos. Dios se esta manifestando grandemente entre nosotros.
“La oración tiene un poder incalculable,” agregó el Padre Hoyos.
Las próximas Misas de Sanación se celebrarán el día 27 de septiembre a las 7:30 p.m. en la Iglesia de la Preciosa Sangre en Culpeper, y el 3 de octubre a las 7:30 p.m. en la Iglesia de Todos los Santos en Manassas.
Arlington Catholic Herald
25 de septiembre de 2008
Aproximadamente más de 1,000 personas se hicieron presentes este fin de semana en el Centro Cultural Juan Pablo II, localizado al frente de la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C.
Por primera vez en este centro internacional de la cultural religiosa católica dedicada al tan recordado Pontífice Juan Pablo II se celebró una gran Misa de Sanación organizada por las directivas de la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington y de la Arquidiócesis de Washington, acompañados por los grupos de oración diocesanos — 23 de Virginia — y el ministerio de sanación e intercesión.
La Santa Eucaristía estuvo presidida por el Padre José E. Hoyos, director del Apostolado hispano y concelebrada por el Padre Alexander Díaz de San Felipe en Falls Church y el Padre Luis Fernando Franco de la Iglesia de Saint Bernadette en Springfield. El numeroso y entusiasta coro compuesto por el grupo de oración “El Camino de Jesús” de la Iglesia de San Antonio de Padua, fueron los encargados de la música.
El Dr. Hugh M. Dempsey, director ejecutivo del Centro Cultural Juan Pablo II nos decía: “Hace mucho tiempo no veía un movimiento tan bien organizado, lleno de tanta fe y tanta alegría. Estoy muy sorprendido y los felicito por el orden y el respeto a nuestra institución y a la Santa Eucaristía. Siempre serán ustedes bienvenidos,” agregó el Dr. Dempsey.
Muchos feligreses de las parroquias de Washington y Maryland se hicieron presentes. El Evangelio nos hablaba de los “últimos” que serán “primeros” según la lógica de Dios. El Padre Hoyos explicó el Evangelio con la parábola de los obreros en la viña, ó mejor dicho, la parábola del contratista generoso, porque es el protagonista principal y no los obreros. Igualmente nuestro proceso de sanación es a través del trabajar y de ser obrero y constructor de nuestra fe.
El Señor Jesús se convierte en el protagonista de nuestra sanación y salvación. Jesús de Nazaret distribuye sus denarios de la misma manera que los trabajadores de las primeras horas. Esta manera esplendida de obrar es insólita e inusual. El primero y el último son recompensados de la misma manera, sin privilegios preestablecidos. Dios se esta manifestando grandemente entre nosotros.
“La oración tiene un poder incalculable,” agregó el Padre Hoyos.
Las próximas Misas de Sanación se celebrarán el día 27 de septiembre a las 7:30 p.m. en la Iglesia de la Preciosa Sangre en Culpeper, y el 3 de octubre a las 7:30 p.m. en la Iglesia de Todos los Santos en Manassas.
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