Por el Padre José E. Hoyos
Arlington Catholic Herald
11 de septiembre de 2008
Una gran mayoría de hispanoaméricanos nacionalizados con derecho al voto y practicantes de la fe católica, han estado analizando a los candidatos para la presidencia y vice presidencia de los Estados Unidos.
Según nuestra formación moral, espiritual y ética una vasta mayoría está buscando un líder político con grandes valores humanos y cívicos, una persona que profese con autenticidad su fe. Es fundamental para cada votante el entender que el defender la vida en todas las etapas cuenta.
Nuestros principios y enseñanzas de la Iglesia nos han educado a defender al que no ha nacido. Somos una cultura que nos destacamos por la defensa de la familia. La familia y su unidad es el centro de nuestra sociedad. Para nosotros los hispanos cuentan los abuelos, los tíos, los sobrinos y sobre todo las familias numerosas. Por lo tanto nuestros candidatos deben ser “por la vida” y en todas las dimensiones estamos en contra del aborto.
La inmigración juega un papel importantísimo. Nuestras familias latinas indocumentadas últimamente han sufrido despiadadamente las consecuencias de las leyes de in migración. La inmigración ha traído efectos bastantes desgarradores y tristes a nuestra comunidad. En todo el territorio estadounidense ya miles de familias han sido divididas por las redadas migratorias en lugares de trabajo, quedando hijos solos con madres desempleadas ó padres que tienen que velar por hijos nacidos en territorio americano.
Esto ha traído una crisis familiar con muchas consecuencias morales y sociales. Quien salga elegido no podrá desconocer esta problemática y de nuevo tendrá que presentar ante la opinión pública, el Congreso y el Senado de los Estados Unidos una nueva reforma migratoria esperada por más de 14 millones de indocumentados que desde hace muchos años sus hijos, nacidos en los Estados Unidos, son parte de América.
Los hispanos venimos de países donde n muchos de ellos existe la corrupción y la democracia es frágil. Es por eso que el nuevo presidente debe devolver la confianza a que creamos de nuevo en las instituciones democráticas. La vivienda es, en estos momentos, un sueño inalcanzable para muchos hispanos donde la mayoría de nuestras familias reciben sueldos y salarios que están tan bajos que somos por eso considerados y calificados en la línea de pobreza. Nuestros ingresos no alcanzan para calificar en viviendas para nuestras familias que, como dijimos anteriormente, son numerosas.
Las oportunidades de empleo y las creaciones de nuevos trabajos en la construcción y empresas manuales ayudarían a nuestra gente a salir adelante. En la agenda presidencial la salud debe ser gratuita en casos de emergencia ó que los pacientes tengan mejores oportunidades para pagar una cirugía, un transplante de órganos ó facilidades en las compras de medicinas de primera necesidad. En muchos hospitales nuestros enfermos no son atendidos por carecer de un seguro médico ó un estatus migratorio válido.
La educación debe ser multicultural pues este país tiene todos los medios para preparar los futuros ciudadanos del nuevo siglo. La educación es la clave para que nuestros jóvenes progresen, y para evitar que entren a formar parte de las pandillas, que continúen una carrera profesional universitaria, que nuestras jóvenes no queden embarazadas antes de tiempo y que en este gobierno todos tengamos un gran futuro. Que el nuevo presidente en cada discurso ó intervención internacional invoque el nombre de Dios y que la región juegue un papel importante en la vida cotidiana de los ciudadanos y que se avance en crear nuevas fuentes de energía solar, geotérmica y otras alternativas.
FOTOS: Joe Biden y Barack Obama (Democratas); John McCain y Sarah Palin (Republicanos)
2 comentarios:
Padre Hoyos quiere "Que el nuevo presidente en cada discurso ó intervención internacional invoque el nombre de Dios." Y me hace recordar que la candidata republicana para la vice presidencia, Sarah Palin, ha dicho que la guerra en Irak es “una tarea que viene de Dios.”
Cuando escuchamos a los candidatos invocar el nombre de Dios, es importante recordar que Jesús nos enseñó que: “No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.” (Mateo 7)
Siento que es necesario que los lideres y politicos, -como otros seres humanos- invoquen el nombre de Dios y pidan por iluminación, guia y ayuda personal en el desarrollo de sus funciones y antes de tomar decisiones, lo que ya es preocupante, es que pidan o piensen que Dios esta de su lado y apoya su causa particular.
La historia antigua y moderna nos demuestra lo peligroso que esto y las calamitosas consecuencias que ha conllevado el sentirse con la razón absoluta por que Dios esta a favor de nuestra causa, nuestra religión y los demás estan equivocados.
Para mi la única prueba veráz de que se esta actuando acorde con las leyes de Dios, es el fruto de la acción, tal y como dice
el evangelio de Mateo, 7:16-17,“Por sus frutos los conoceréis”. Aunque a veces tarden tiempo en madurar.
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