Por Washington Hispanic
14 de mayo de 2010
Una noticia que realmente nos llena de alegría es que al fin se realizó el riesgoso, delicado y sin precedentes trasplante doble de pulmones en el cuerpo de Maribel Pérez, una mujer de apariencia muy frágil y con el físico debilitado por años de sufrimientos y enfermedades, pero al mismo tiempo armada de un espíritu indoblegable, tenaz y optimista que es un ejemplo para la comunidad.
Los avances de la ciencia reflejados en el equipo médico de muy alto nivel que la intervino esta semana en el Hospital de la Universidad de Pittsburg, en Pensilvania, unidos a la ultramoderna tecnología, permitieron concretar esta operación, exitosa según los primeros reportes, como damos cuenta en esta edición. La proeza se ubicará seguramente entre los grandes anales de la investigación científica de ese nosocomio.
Sin embargo, concretar esta hazaña médica no fue nada fácil. Había varios obstáculos muy serios, uno de ellos relacionado con el seguro médico de Maribel, cuyo plazo de vencimiento se acercaba velozmente, sumado a la controversia suscitada de si la paciente era capaz o no de soportar la riesgosa intervención. Y también la necesidad de contar con fondos para completar el costo de la operación y los medicamentos, habida cuenta que la paciente es de muy humilde condición económica.
Fue entonces que se armó una impresionante cadena de solidaridad, encabezada por la Fundación Marcelino Pan y Vino (MAPAVI), que preside el sacerdote colombiano José Eugenio Hoyos, y la Ray Tye Medical Aid Foundation, de Boston. Ambas entidades se comprometieron a aportar recursos económicos para cubrir los deducibles a cargo de Maribel. Y a ellos se sumaron miles de personas, miembros de la comunidad, inmigrantes de todos los orígenes, que aportaron sus óbolos y organizaron campañas de ayuda en el área metropolitana de Washington, DC.
Ahora Maribel entra al difícil periodo de recuperación, aunque aún no está dicha la última palabra. Se necesitan todavía muchos fondos para esta etapa, cuando el seguro médico se extinga –en pocos meses-, y las necesidades de atención y medicinas costosas aumente.
Washington Hispanic solicita una vez más el apoyo solidario de nuestra gente para seguir salvando a Maribel. Sus dos hijos y su esposo, y también la comunidad entera necesitan que ella se recupere. Para ello ya se están organizando diversos eventos y una colecta de los cuales informaremos oportunamente. Lo único que nos queda por decir ahora es ¡Fuerza Maribel, todos estamos contigo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario