Por el Rev. José Eugenio Hoyos
En la historia de la humanidad hemos escuchado grandes poemas y escritos con grandes arreglos musicales que se han convertido en piezas legendarias inolvidables. Tanto en la música clásica, folclórica y religiosa han sido grandes clásicos mundiales. Un ejemplo de ello ha sido Desiderata, sobre todo que no podemos ignorar que cada frase y palabra son momentos de reflexión e inspiración.
Pero hoy quisiera compartir la parte que dice: “y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Esquiva las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas mas grandes y mas pequeñas que tu. Encontramos en la vida persona que a pesar de sus limitaciones continúan valorando la vida y realizando cosas positivas.
Un día me quejaba y me sentía desdichado porque solo tenía un par de zapatos, pero al salir a la calle y ver a un hombre en silla de ruedas y sin sus dos piernas, cambie de opinión y comencé a valorar no solo mis zapatos, sino sobre todo mis piernas. Maldecía a Dios porque ese día solo tenia un plátano para comer, pero al pelarlo y ver que un mendigo venia detrás recogiendo la cáscara, entonces comencé a alabar a Dios y compartí mi alimento.
Un abogado de 50 años, que había enviudado hacia dos meses, alquilo una habitación, y cuando le entregaron las llaves dijo: “esa habitación es preciosa, maravillosa” ¡pero usted no la ha visto, Señora! Así es, pero yo decidí que es preciosa, y lo es; maravillosa, y lo es. Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia. Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo alegrarme porque estoy vivo.
Un prisionero nazi era torturado cada día, y al ser cambiado de celda, escribió a su familia y le informo que estaba feliz y se sentía el hombre mas libre, pues en su nueva celda había una rendija por donde podía contemplar un retazo del firmamento azul por la mañana y algunas estrellas por la noche: un buen o mal día depende de ti. Se feliz y aprovecha la vida.
1 comentario:
Quise ser grande para hacer cosas grandes en la vida.
Quise que se me reconociera por lo que dentro de mi creí que era.
Quise de mi, lo mejor dar para que se me quisiera.
Descubrí que para ser grande,
primero hay que empezar pequeño.
Descubrí que lo grande debe de amar el silencio
y no buscar recompensa bajo cualquier pretexto.
Lo pequeño puede ser grande cuando con amor arde.
Lo grande es pequeño si se exhibe con vanidad.
Todas las medidas son buenas, si se ama de verdad.
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