Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
18 de junio de 2010
Sí, así como usted lo está leyendo, deberíamos de tener Copa Mundial de Fútbol todos los días y toda la vida. Lo digo con mucho respeto a los que no simpatizan con que la televisión y los estadios nos esclavicen. Lo digo porque viendo los juegos entre naciones pareciera que es la única forma como los países que tienen equipos participantes han dejado sus problemas bélicos, económicos y de otra índole atrás y pueden vivir en paz.
Se ha notado una gran hermandad, una ruidosa festividad y una igualdad social y racial sin precedentes. Al comienzo de cada partido me ha llamado mucho la atención ver cómo los jugadores se encomiendan a Dios en la oración, varios públicamente han hecho el signo de la cruz en sus frentes y en sus pechos. Se han dejado las diferencias políticas y ha habido apretones de manos e intercambio de banderas y recuerdos entre las delegaciones.
En cada partido se ha notado un juego limpio y de respeto. Cada jugador y las barras acompañantes han hecho honor a su respectivos himnos nacionales. Esta XIX edición de la Copa Mundial de Fútbol se está realizando por primera vez en Sudáfrica donde no hace muchos años los blancos ejercían el poder mayoritario sobre la raza negra. Y ahora vemos un cambio radical y un gran avance racial.
Por ejemplo, la mascota de este mundial es Zakumi, un leopardo de pelo verde, su nombre vienen de “za” (el código 150 3166 para Sudáfrica) y “kumi” una palabra que significa diez en varias lenguas africanas. Además los colores de la mascota reflejan los colores de la camiseta de Sudáfrica (amarrillo y verde) y las manchas tienen la forma del clásico pentágono de los balones de fútbol.
Lógico que al ver la parte positiva de cada mundial recomiendo no paralizar nuestras vidas, el trabajo, la familia, las obligaciones, y sobre todo la asistencia a la Iglesia. A Dios debemos colocar en primer lugar, usted puede dejar grabando los partidos de fútbol para verlos en la noche. No deje que el fútbol se convierta en una adicción. Y sintámonos orgullosos de nuestros representantes: España, Honduras, México, Brasil, Chile, Paraguay, Estados Unidos, y Uruguay.
1 comentario:
¡Con todo respeto… (sonrisa) no creo que podamos seguir este ritmo por mas de un mes !
¡Se imagina un mundial de todo el año!
Ver lo mas que se pueda, si se puede, en el Internet, seguir los resultados, luego en casa escoger uno de cada tres partidos grabados, ya que no hay quién digiera 6 horas de futball, por mas hincha que se sea, ver los re-plays de las jugadas dudosas (como el gol que le anularon hoy a Estados Unidos) la productividad ha bajado, los bares deportivos estan a tope, las esposas arrancando a sus maridos de los sofas…es El Mundial…es el caós …¡La locura !
Pero hiperbole a parte, comprendo muy bien el espiritu de su escrito Padre y estoy totalmente de acuerdo que asi es, aunque de vez en cuando haya algún tranquetazo entre los hinchas de equipos diferentes.
El Mundial y las Olimpidas, crean lazos e interconectan culturas. Actividades de arte y deporte suelen ser buenas para poner en contacto a gentes de políticas y religiones muy diferentes de paises muy diferentes.
Hay que fomentarlos.
Un detalle muy importante en este mundial es la participación de Korea del Norte, un pais tan aislado y regido por unos lideres tan represivos y de talante agresivo.
Ojala esos jóvenes que han salido por unas semanas y han visto el mundo…lleven a su pais la huella de que a fuera no se les odia y se las ha tratado con el respeto y honor de deportistas que son.
Podria ser el principio de algo bueno…quien sabe.
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