Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Aprovecho esta oportunidad para felicitar a nuestros seres queridos “los Papás”, pues ellos aunque hayan nacido en diferentes partes del mundo tienen las mismas características. Encontramos Papás chinitos, africanos, alemanes, hindúes, soviéticos, hispanos, indios, mestizos, súper blanquitos pero por dentro el mismo contenido y la misma función: DE SER PAPAS.
La palabra Papá es una de las más completas del universo, es un universo. Papá es un superhombre, porque puede responder pronto una pregunta de biología, seguida de una de matemáticas y rematarla con otra sobre sexo. Es un Papá porque es capaz de arreglar un televisor, el carro, el lavaplatos etc.; por que al minuto de haber regañado con severidad, sonríe y guiña el ojo con ternura. Es un superhéroe que se disfraza de superman y se desvela porque el hijo regrese de la fiesta.
Un Papá es una combinación extraña de razón y sentimientos. Es el que sabe decir no cuando es lo justo y el que sabe decir si cuando es conveniente. Un Papá zapatea duro cuando cumple su deber y anda de puntillas en la noche cobijando cuerpecitos fríos. Es el único de la casa que persigue un ratón hasta atraparlo, así sienta asco.
Un Papá es como un durazno que parece duro por fuera y que es dulce en su interior. Un Papá es un director de orquesta, es el maestro de la escuela de la vida. A los Papás se les dedica un día, pero ellos dan todos los días a los suyos, son generosos por naturaleza y voluntad, son amor. Los Papás tienen sus billeteras llenas de fotos, tarjetas, teléfonos, citas, compromisos, pero vacías de dinero. Un Papá es un verdadero Papá cuando tiene mucho de Mamá, aunque tenga apariencia de hombre.
Si hay que cambiar pañales, los cambia; cuando el hijo llora, el es el refugio; cuando el hijo ríe, el es la compañía. Es que ser Papá es jugar en la vida el papel de rey, no de un reino, sino del amor, de la comprensión y de la razón. Un Papá no es Dios, por enseña el camino hacia Dios. En nuestro caso le pedimos a Dios que proteja a los padres indocumentados e inmigrantes, que cada mañana se paran al frente de las tiendas y supermercados esperando con sacrificio que alguien les de trabajo y así traer alimentos con amor al hogar. ¡Felicidades!
Foto: Un padre orgulloso con su hija ganadora en Buscando Una Estrellita Para Jesús 2010
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