viernes, mayo 27, 2016

Carismático no Dejes que la Llama de Dios se Apague


Por José Eugenio Hoyos


Cristo no quiere Carismáticos ni Católicos adormecidos, ni temerosos en la Iglesia.

Cristo no quiere Carismáticos tibios, sin alegría y divididos Cristo quiere Carismáticos llenos del Espíritu Santo, llenos del fuego, de pie y puestos en acción.
El mundo actual necesita una Iglesia alegre, despierta para escuchar y anunciar un Evangelio y un Cristo vivo llenos de poder.


A cada uno de nosotros se nos ha hablado y exhortado a caminar en el Espíritu, así como a no cumplir o hacer los deseos de la Carne y vivir en el Espíritu, siendo guiados y dirigidos por El a través de la vida, como hijos de Dios (Gal 5-16, Rom 8-14) La gran verdad es que aquellos de nosotros, quienes estamos comprometidamente caminando con el Espíritu Santo veremos maravillas, prodigios, sanaciones y liberaciones en la persona de Cristo Jesús. Debemos estar dispuestos a entender que los frutos del Espíritu Santo y los dones son complementarios uno del otro y ambos son absolutamente necesarios si nosotros vamos a ser efectivos representantes de Cristo en la tierra.


“El fuego ardera perpetuamente en el altar, no debe apagarse.” (Levítico 6, 6-13)

Cuando un Carismático deja que la pasión por Cristo se marchite, cuando el fuego de un grupo de oración se apaga, entonces las ovejas se desaniman, se alejan y el grupo se divide. Cuando la RCC comienza a sufrir en la Iglesia comienza apagarse el faro de la Fe.  

Si tu entusiasmo por Jesucristo, por la oración y la alabanza se enfrían, aviva el fuego. Sopla los carbones sobre el altar de tu corazón y mantente encendido con el Soplo del Espíritu Santo.

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