Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Últimamente hemos estado muy preocupados por la racha de huracanes que recientemente han azotado sin compasión el Caribe y las costas del Golfo de México. El paso de estos huracanes han sido desastrosos, varias muertes y pérdida de hogares, golpeando así a miles de familias de escasos recursos.
Desafortunadamente, el huracán debería ser algo vistoso y de atracción atmosférica, pero es todo lo contrario, desde julio hasta comienzo de noviembre millones de ciudadanos viven con miedo del azote de los huracanes. No hemos todavía olvidado los estragos que realizó Katrina en Nueva Orleans y en otras ciudades. La naturaleza parece que estuviera cobrándonos una cuenta por lo que los seres humanos hemos realizado por el maltrato con la naturaleza y el mal cuidado del medio ambiente.
Por ejemplo, en Haití y en Cuba debemos solidarizarnos con todos los damnificados y en nuestros templos e iglesias elevar nuestras oraciones al Creador por los que sufren las consecuencias de los huracanes o del mal tiempo. “Salir a la calle puede ser muy peligroso, lo mejor es quedarse en casa y no desesperarse”, comentó Kenya González, madre de dos niños y quien no se despega un minuto de su radio de baterías, para estar informada de la evolución del huracán Ike, que atravesó a Cuba muy cerca de La Habana, tras dejar cuatro muertos y devastación en todo el país.
Hablando de sacudidas, de tormentas y sin apoyar ningún candidato a la presidencia o vice-presidencia, queremos analizar en esta serie de huracanes otro muy parecido y en este caso le llamaríamos el “Huracán Palin”. Pues después de estar el candidato Obama por encima de las encuestas, la propuesta como vice-presidente de Sara Palin, ha llegado a la política como un nuevo huracán, llevándose a su lado a muchos simpatizantes. Si alguien tuviera la curiosidad de promover el nombre de Sara, la lista de apelativos sería enorme. Le podríamos llamar: arrolladora, volcánica, polémica, maternal, eléctrica, innovadora, fuera de serie, la usurpadora, la conquistadora, etc. Su sola figura ha logrado cautivar a la opinión pública estadounidense. Con el fenómeno de Sara Palin los votantes norteamericanos tienen mucho tema de que hablar. Pero más que eso, tenemos que estar alertas y solidarios con algo más importante que el huracán Palin y es preguntarnos humanamente: ¿Cuál es el próximo huracán? ¿Y como vamos ayudar a los refugiados y desprotegidos?
1 comentario:
Como los huracanes, pero sin aviso, asi ha entrado Sarah Palin en la escena política. Muchas cualidades admirables tiene esta dama, pero cuando leo y veo el gusto que tiene por la caza y el disparar por “deporte” contra animales, me desanima pero no sorprende, puesto que esta actitud es consecuente con la ideologia de derechas conservadora, respeto a la vida del no nacido y valores de familia (valores muy encomiables desdeluego) pero dados al militarismo y al uso del mundo natural y otras formas de vida como si Dios las hubiera puesto ahi solamente con el único fin de servir a nuestras necesidades y caprichos.
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