jueves, diciembre 04, 2008

La Mansión: Signo de Oración y Sanación

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

El tema del Encuentro Internacional de Pentecostés realizado en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia tenía como lema central: “Señor Jesús, envíanos a Evangelizar.” Nos ha dejado como tarea el de empezar a poner en práctica todas las enseñanzas impartidas por los predicadores de que Cristo está vivo y que la mies es mucha y los obreros pocos.


Este gran encuentro nos ha dejado grandes lecciones, experiencias y mucho ánimo de continuar evangelizando. Y la mejor forma de hacerlo es recopilando y compartiendo todos los testimonios de sanación que estamos escuchando y testificando en el nombre de Cristo Nuestro Señor. Jesús de Nazaret vino al mundo y continúa realizando su obra redentora por cada uno de nosotros. Vino a salvarnos, santificarnos, liberarnos y animarnos. Él desea que todos seamos “felices, santos y sanos”, Él murió para obtener nuestra salvación y con ese acto venció al pecado y la enfermedad.


Como en los tiempos antiguos, Jesús predicaba sobre el Reino de Dios y les decía a quienes lo escuchaban que Dios los amaba; ahora hace lo mismo con quienes permanecen fiel a sus enseñanzas y se mantienen en oración. Como sanaba a los enfermos para mostrarles el amor de Dios, así lo hace hoy por intermedio de quienes creen en Él. La sanación puede ser del espíritu, la mente o el cuerpo; la curación del espíritu significa que una persona ha recibido fortaleza espiritual y que su fe, su amor y su confianza se han hecho mas firmes. La sanación mental quiere decir que un ser ha recibido el toque de Dios para tener más paz, alegría, felicidad, confianza en si mismo, auto aceptación o cualquier otra cualidad que contribuyan a que esté bien equilibrado. La sanación del cuerpo (física) indica el regreso a la salud de cualquier parte del cuerpo o de toda la persona, como en los casos de curación del dolor de espalda, artritis, dolores de cabeza o de afecciones cardiacas.

Estas bendiciones son sumamente necesarias para muchos de nosotros hoy. Nuestra época está marcada por frustraciones y tensiones. La mayoría de los habitantes del hemisferio necesita urgentemente sanación de sus emociones. “En toda ciudad que entren… sanen sus enfermos” (Lc 10,8-9). “Todo lo que pidan con una oración llena de fe, lo conseguirán” (Mt 21,21-22). La fe es el ingrediente que dispone a una persona para la sanación. En la mayoría de los casos, el Señor espera que quienes buscan su poder tengan fe. Él dijo: “¿Por qué dices: si puedes? Todo es posible para el que cree” (Mc 9,23). Es por eso que solo al entrar en La Mansión y sentir el poder de la oración, en ese mismo instante empieza el proceso de conversión y sanación. Por que estamos ¡Bendecidos y Encendidos!

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