domingo, noviembre 30, 2008

Padre Eugenio Hoyos, un testimonio de fe y sanación

Editado por: Ingrid Justiniano
29 de Noviembre de 2008

El Encuentro del Nuevo Pentecostés es un éxito, porque todos los días acuden alrededor de 8000 peregrinos, la misa de sanación predicada por el padre José Eugenio Hoyos es la más visitada.

El padre José Eugenio Hoyos, de nacionalidad colombiana, es el invitado de honor para predicar en el XXIX encuentro Internacional del Nuevo Pentecostés “Señor Jesús envíanos a evangelizar”, que se lleva adelante en La Mansión, donde el pueblo boliviano ha renovado su fe en Cristo.


Dentro del evento católico se realiza la sanación de enfermos, donde el padre Eugenio Hoyos, es un testimonio de fe, tiene bastante experiencia porque lleva 20 años trabajando en la evangelización y testimoniando con 34 parroquias de ministerios hispanos y también con el apostolado hispano de la diócesis Arlintón en Estados Unidos.


“Mi mayor trabajo ha sido con la sanación, hoy en día nos cuesta mucho creer que las personas se estén sanando por medio de la oración. Yo mismo tuve que experimentar la renovación de la fe, después de que entré en estado de coma por seis días, debido a una meningitis cerebral. Los médicos sólo me daban 10 días de vida, en ese momento vi la grandeza del Señor en mí y le prometí que si salía de esa situación, como sacerdote me dedicaría a testimoniar la sanación, prueba de ese milagro es que estoy vivo y ahora predicando el evangelio”, comentó el predicador colombiano.


Explicó que cada mes en la congregación que tiene en Estados Unidos llegan entre 2000 a 3000 personas para asistir a la misa de sanación, porque esperan ver la manifestación del Señor.
“He sido testigo de cosas que me han dejado sorprendido, de personas que estaban agonizando, con cáncer y después de la sanación quedan curados. A ellos yo los llamo los resucitados, porque Dios les ha dado la oportunidad de vivir nuevamente, pero vivir en la oración. Cuando tenemos a Cristo en una sociedad en nuestras vidas, tenemos esperanza, eso tenemos que tener en cuenta todos los días. El tiempo de los milagros no ha terminado, sólo se necesita abrir el corazón a Dios, creer en él, tener una gran fe y dejarse llevar por la oración”, dijo.


Al referirse a Bolivia, señaló que es un país muy pujante como su gente solidaria, como lo ha podido apreciar en los tres días que lleva predicando en La Mansión, donde también da fe de su testimonio de sanación, a tiempo de realizar la misa para cientos de personas que acuden cargados de esperanza para recibir al Señor en su corazón.

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