martes, diciembre 02, 2008

¿Porque las porras y las barras católicas son importantes?

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Desde los comienzos de la historia las porras y las barras de animación siempre han existido. Las porras no solo se han utilizado o se han destacado solamente para los deportes. Las porras han sido siempre un ingrediente de suma importancia para animar un paseo, una fiesta, un matrimonio, un baile y también en las Iglesias; y sobre todo para campañas políticas. Cuando Jesús predicaba o caminaba en medio del gentio se formaban grupos de animación que victoraban al Rey de Reyes: Cristo Jesús.


En los estadios, por ejemplo, hoy en día las porristas femeninas están quedando en un segundo plano, pues la euforia de las barras llenas de colorido y estruenduoso ruido colman las galerias de los estadios. Algunas son de sana algarabía, otras desafortunadamente son mas hablandas y violentas. Una gran mayoria van acompañadas de mascotas o de algún disfraz que va de acuerdo al equipo.



En mi colegio, me encantaba dirigir las barras en los juegos, tanto de futból como de baloncesto. Las porras mas comunes eran: “A la bio, a la bao, a la bim bom bao, ra ra ra, ya sabemos quien ganará... ¡Que lo vengan a ver y lo van a saber! ¡Aquí estamos y no nos vamos! ¡Si se puede!" Sin duda alguna, ver un colorido estadio, sobre todo lleno, con pancartas de cartón o lienzo con gente haciendo las populares olas, cantando, gritando y alentando al equipo hasta donde el cuerpo aguante. Todo esto tiene su encanto.



También dentro de la Iglesia tenemos nuestros concursos, porras y barras. El fin de semana en el concurso “Buscando Una Estrella Para Jesús”, fuimos sorprendidos con animadas barras y porras, pues habia premios según lo anunciaba el concurso de la cancion católica. Sanamente disfrutamos de la algarabía y de la creatividad de algunas parroquias que viniveron a apoyar a sus cantantes favoritos. La iniciativa y el colorido de las barras convirtieron el evento en un festival verdadero de la fe. Un ejemplo fue la porra ganadora de este año, los integrantes de la Iglesia de San José en Herndon, con su águila o “pollo caristmático”, compuesto por más de 300 integrantes todos vestidos de rojo. Formaron un gran mar rojo y según el jurado arrasaron con el primer premio. El segundo lugar fue para la Iglesia de San Felipe en Falls Church y el tercero para Santa Bernardita en Springfield. Dios nos da como regalo la alegria y estas son las oportunidades que tenemos para desarrollarlas a través del canto, el gozo y la hermandad.

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