miércoles, diciembre 03, 2008

Siguen y continúan los testimonios desde Bolivia

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

En realidad nos llena de alegría y satisfacción de que Jesús de Nazaret continúa su obra de evangelización y que el Pentecostés continúa con mucha más fuerza entrándose en este tiempo de Adviento. Es con alegría, con oración, como los días del Encuentro Internacional “Señor Jesús, envíanos a evangelizar” que se llevó a cabo en La Mansión en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia la pasada semana. Lo que vivimos y experimentamos uniéndonos a una multitud de más de 40 mil personas era impresionante. Pero más impresionante aun son la cantidad numerosa de testimonios que se han dado y se seguirán dando de la obra sanadora y liberación de Cristo. Este es el regalo más grande que nos quiere dar Jesús para todos sus hijos que han estado en vigilia, espera, ayuno, oración y sacrificios esperando la llegada del Señor.


De nuevo sentimos que cada día el Espíritu Santo inauguraba una nueva era en la vida de la humanidad. Estamos atestiguando cada día la era del poder de Dios en medio de los hombres, la era de la gracia y la era de los adoradores en Espíritu y en verdad. Ahora ya son millones de personas que dan crédito y testimonio verídico de que la oración y las manos de Cristo tienen poder y sanan hasta lo imposible.

La señora Luz García desde Paraguay daba su testimonio después de haber asistido a la tarde de oración en Santa Cruz. Había sido diagnosticada con cáncer en el seno derecho (una masa endurecida) y esto le causaba dolor inmenso. Ya no podía ni siquiera alzar su brazo. Después en la tarde de oración se dio cuenta que ya no le dolía el brazo. Nos cuenta la señora García que a los 2 días fue a ver a su médico y el tumor en el seno ha desaparecido, pues Cristo vive y vive de nuevo en sus células sanas, gloria a Dios.


Jorge Rejas de Cochabamba nos relata en un largo testimonio de que había perdido su audición hace más de 15 años y en el encuentro después de la Misa en la tarde empezó a dar gloria a Dios pues ya no necesitaba audífono en sus oídos, pues podía escuchar claramente y dar gracias a Dios.

El señor Alfredo Abuawad de Santa Cruz testimoniaba de que a través de este encuentro había salido lleno de mucha paz y fortaleza. Varios de los testimonios se relacionaron con sanación de alergias, migrañas, artritis, depresiones etc., y las que continuaran porque el tiempo de los milagros no ha terminado. “Cuando se reúnen más de dos en oración, el Espíritu Santo actúa”. Estamos viviendo con más fuerza una gran corriente espiritual con oleajes altísimos de sanación y Cristo nos recuerda una vez más que si abrimos con sinceridad nuestros corazones nuestro turno de sanación llegara.

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