por el Rev. José Eugenio Hoyos
Con casi 30 años que llevo en la Renovación Católica Carismática desde donde en este gran movimiento se reforzó mi vocación sacerdotal, me siento orgulloso y robustecido en mi fe por mi participación activa en este movimiento del Espíritu Santo tan esencial en nuestra Iglesia Católica. Son casi más de 20 años como Director Espiritual de la Renovación Católica en la Diócesis de Arlington; he visto su crecimiento en 24 grupos de oración bien establecidos y con una gran madurez espiritual. Contamos con un ministerio de sanación e imposición de manos, un ministerio de intercesión y un ministerio de liberación. Cada mes en nuestra diócesis tenemos 1 o 2 misas de sanación increíblemente con un lleno total de Iglesias de 1000 a 2000 personas.
Experimentamos una sed de Dios y una proclamación de que Cristo está vivo. Los testimonios de conversión y sanación son tantos que nos dejan atónitos, asombrados y nos llena de alegría en nuestro ministerio donde comprobamos que el tiempo de los milagros no ha terminado, continua y con más fuerza. Cristo no descansa pues su compasión con los enfermos y los débiles de corazón es inmensa.
Pero debemos los Carismáticos mantenernos en continua oración porque a la Renovación Carismática Satanás nos tiene muchas ganas nos acecha noche y día sobre todo a los servidores pues son sus victimas preferidas. El Diablo, el demonio, el enemigo, Satanás o don Sata como usted le quiera llamar es un “homicida desde el principio mentiroso y padre de la mentira”. (Jn 8, 44) y que engaña a los que se distraen. Nuestra forma de vivir de orar en los grupos o círculos de oración debe ser sin envidias, ni chismes, ni celos, ni ir buscando pareja, sin pereza debe ser de completa hermandad, de unidad, de perdón sin arrogancia y de aprender el uno del otro no se puede olvidar que en la Renovación Carismática por el bautismo del Espíritu Santo y desde el momento del seminario de vida en el espíritu ya somos criaturas nuevas donde existirá un discernimiento espiritual continuo”, que pertenece a Dios y que el Demonio lo quiere arrebatar no quiere desanimar confundir y lanzarnos de nuevo al mundo del pecado. No nos dejemos contaminar por Satanás. ¡Vivamos protegidos por la unción del Espíritu Santo! Amen..Amen..Amen.
1 comentario:
Padre grasias por escribir, sobre este tema tan delicado y que en ocaciones no se quuiere tratar, esto no deve a llevar a todos los servidores a siempre estar listos, para la batalla, estar revestidos de la fuerza que viene de lo alto. El Santo espiritu de Dios.
Con El seremos victoriosos por que nuestro Padre victirioso es.
Padre grasias que Dios lo bendiga y le continue dando esa maravillosa uncion y la sabiduria, para que siga siendo un fiel servidor de Cristo y su Iglesia
ATTN. Su Hmo. en Cristo que lo ama y respeta.
Fernando Arevalo(Palmdale CA)
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