Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Increíblemente continúo recibiendo cantidad de mensajes y correos electrónicos felicitándome por la beatificación del Padre Bernardo Francisco de Hoyos, Jesuita natural de la localidad Vallisoletana de Torrelobaton. Muchos de los mensajes provenientes de El Salvador, Puerto Rico, Bolivia y México, donde están convencidos de que somos de la misma familia y en realidad si somos de la misma familia, pero de la mas grande, honrosa y bendecida familia sacerdotal.
Del Padre Bernardo Francisco de Hoyos conocía muy poco hasta hace unos pocos años en que empezó a salir la noticia en los medios de comunicación por su beatificación. Con apenas 24 años de edad introduce con gran fuerza y relevación desde el punto de vista histórico y eclesial en ser el primero en dar a conocer el misterio del culto al Corazón de Jesús en España.
Esta devoción ya es extendida en muchas partes del mundo. Por ejemplo, en Colombia, cada año se consagra la nación al Sagrado Corazón de Jesús. El gran mensaje es que el rostro de Dios es un rostro bondadoso que ama a los hombres. El Padre Hoyos nos dice que el Dios del Evangelio es un Dios amigo de los hombres y lo que sale de Él es amor, paz, reconciliación y entendimiento, incluso a costa de la entrega de la propia vida.
Hay que distinguir entre lo sustantivo de la espiritualidad del corazón de Jesús y lo accidental. Lo que esta muy en crisis es lo accidental, es decir, una serie de representaciones, la imaginaria de determinada época, estampas, escapularios que dicen muy poco a los jóvenes… pero lo esencial del amor humano de Jesucristo a cada hombre es el nervio del Evangelio eso nunca pasara, aunque necesitamos que las formas de comunicación de este mensaje sean acordes a como la gente expresa y vive eso hoy.
En estos tiempos en que los sacerdotes estamos siendo bombardeados por los medios de comunicación y ante una crisis de identidad sacerdotal. Nosotros los sacerdotes necesitamos que nos recuerden y nos muestren que todavía quedan muchos sacerdotes santos que son su ejemplo de vida, llegaran a la santificación. En Colombia por ejemplo, Juan Pablo II el 9 de abril de 2000 beatifico al Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos conocido como el padre “Marianito”. Así que esperamos los sacerdotes que llevemos el apellido Hoyos, no defraudemos la Iglesia y continuemos con la santificación sacerdotal.
Que gran regalo que se nos ha dado en este Año Sacerdotal en esta beatificación del Padre Hoyos en España, pues si estamos esperando otro milagro del Padre Bernardo de Hoyos ya lo esta haciendo entre sus hermanos sacerdotes, dándonos animo, fortaleza y fidelidad a nuestros votos sacerdotales. “…cuando nos hemos consagrado y dedicado por completo a este corazón adorable, para honrarle y amarle con todos nuestros medios, abandonándose de todo a Él, Él se cuidad de nosotros y nos hace arribar al puerto de salvación, a pesar de las borrascas” (Santa Margarita María de Alacoque). Cuanto me hubiera gustado ser el mismo beato Padre Hoyos.
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