Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Mi siguiente reflexión no es un regaño para los grupos o círculos de oración carismática, ni para las escuelas bíblicas, todo lo contrario es un llamado a tomar conciencia de que unidos como una sola familia las bendiciones que se pueden recibir pueden ser mayores. “Si una familia esta con divisiones internas, esa familia no podrá subsistir” (Mc 3, 25).
Entonces cuando vemos grupos o círculos de oración y un sinnúmero de movimientos dentro de la Iglesia que se reúnen para orar, evangelizar, predicar, o clamar por bendiciones de lo alto, y están peleados o agarrados por envidias, discusiones o liderazgo, Dios difícilmente responderá por estas plegarias.
Por eso San Pablo nos dice: “les ruego hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que encuentren un mismo modo de pensar y los mismo criterios” (1 Cor 1, 10). Por experiencia me he podido dar cuenta de que hay grupos, comunidades, e iglesias y familias que se han estancado por las discordias, desconfianzas, ambiciones personales, falta de humildad, por no compartir el liderazgo, y por sentirse superior a los demás o sabelotodos etc. En su mayoría estos cristianos traen división a la comunidad de creyentes y encuentra serias dificultades para vivir en concordia con los demás porque no encuentran la armonio con ellos mismos y están como desintegrados en su interior y sin darse cuenta que su vida espiritual es bastante pobre y débil.
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe” (1 Pedro 5:8). La Eucaristía es la fuente y el centro de toda la vida de la iglesia de ahí la importancia de revisar cada domingo como esta mi relación con el prójimo mas cercano, en el matrimonio, los hijos, los hermanos(as) del grupo de oración, en mi trabajo etc. Si algo maravilloso tenemos en la iglesia Católica es que hay espacio para todos.
Acepta las maneras de pensar, actuar y de sentir de los demás aunque sean diferentes a las tuyas. Es el amor en ejercicio con la certeza de que la unidad en la diversidad expresa riqueza.
Es común por ejemplo, ver que en la India en una misma calle vivan hindus, budistas, musulmanes y cristianos. No se injurian ni pelean, conviven fraternalmente porque se respetan y tienen apertura mental y cordial. La unidad y la hermandad son posibles cuando acabas con la injusticia, el odio, el egoísmo y la soberbia. Puede ser que usted en este momento este distanciado con sus hermanos(as) y con Dios, pero le aseguro que si supera las divisiones y comienza a orar uniendo a las palabras el pensamientos y a ambos el corazón, entonces será testigo de las bendiciones y las maravillas de Dios.
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