Por el Rev. José Eugenio Hoyos
En mis 25 años de vida sacerdotal, siempre he creído que la celebración de las Quinceañeras, sobre todo aquí en los Estados Unidos es de suma importancia. Hoy la celebración de las Quinceañeras aunque ustedes no lo crean ha dejado de ser una prioridad no solo para las jóvenes sino también para los varones. Pues los varones no pasan de 14 años a 16 años sino que también cumplen sus 15 años y con toda pompa. Da lastima que algunos sacerdotes dentro de la Iglesia Católica no aprovechen esta gran oportunidad para evangelizar a nuestra juventud, muchas veces indiferentes a lo religioso y a la Iglesia. Pues para muchos de ellos lo más importante hoy en día es el Facebook, el celular, el Internet, etc.
Lógico que la celebración de quince años no es un sacramento, pero si una gran oportunidad para abrirle las puertas de la Iglesia a tantos jóvenes necesitados de Dios en alguna parte leí de alguien que fue invitado a hablar en unos quince años y a la quinceañera le dijo: “seria muy bueno que tomaras una calculadora y multiplicaras 15 por 12; el resultado 30; lo que te de, por 24; de nuevo el resultado 60; y por fin lo que te de, nuevamente por 60. Obtendrás cifras diversas que significan en su orden: 15 años = 180 meses = 5,400 días = 129, 600 horas = 7.776.000 minutos = 466.560.000 segundos. Y a esto puedes agregar el tiempo que viviste en el vientre de tu mamá: 9 meses = 270 días = 6.480 horas = 388.8000 minutos = 23. 328 segundos.
Son segundos, minutos, horas, días meses, o años que tú has estado aportando alegría y ternura a este mundo, tantas veces marcado por situaciones inhumas. En resumen te puedo decir que has vivido, hasta el día de tus quince 489, 888.270 segundos. Los suficientes para gritar al mundo que tú eres única, que has dado mucho a tu familia y a la humanidad, y que puedes aportar muchísimo más de ahora en adelante.
Desde el momento en el cual tu mamá y tu papá te concibieron, se formo una mujer y ojala estés orgullosa de ello. Celebrar los quince años es una llamada a reafirmar aquellos valores que en tu hogar, tus amistades y tus profesores te han ayudado a cultivar; es sentirte satisfecha(o) de lo que has conquistado, y muy consciente de lo que estas llamado(o) a conquistar.
Las niñas que han hecho de su existencia hasta ese momento, un derroche, un tiempo perdido. Es hora de despertar y de acercarse a Dios y de darle gracias por su existencia, inteligencia y belleza. Hoy en día si vale la pena celebrar los quince años pues los jóvenes de hoy tienen la palabra.
Foto: El Rev. Jorge DeLosantos celebra una Misa de Quinceañeras en la parroquia de St. Joseph en Denver, Colorado
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