Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Cada buena intención, idea, invento y proyecto si es iluminado y ofrecido a Dios como el más grande creador, ese invento o proyecto estoy seguro será todo un éxito. Pues todo lo que Dios apoya se convierte en una verdadera obra de arte espiritual.
Por ejemplo, en estos días me acordaba de mi abuelita, cuando celebrábamos el día de la madre y vino a mi memoria la imagen de mi abuela llena de canas, y sentada en una silla mecedora tejiendo, bordando y con sus manos prodigiosas realizando una obra de arte. En sus descansos de tanto trabajar con sus 93 años de edad comenzaba a rezar el rosario por lo menos 3 veces al día sin contar todas las oraciones que ella hacia con tanta piedad a sus santos favoritos.
Mis tías le traían retazos de telas que seguramente sobraban en los almacenes de la ciudad donde vivíamos y ella con su astucia los cortaba, la media y los cosía confeccionando hermosas colchas y cobijas llenas de hermosos y delicados colores. Cada uno de nuestros cuartos se llenaba de un gran colorido que alegraba nuestro hogar; era como un manto que cobijaba para dar descanso, calentaba para dar energía y adormilaba para soñar.
Cuando mi abuelita falleció ella había pedido que en su ataúd la envolvieran con esa colcha pues se quería ir al cielo calientita y lista para la fiesta y no quería que aquellos amigos que la visitaran a su funeral en el velorio la vieran tan triste. Igual que los ancianos que tejen ilusiones y proyectos cuando nos acercamos a Dios, Él le pone sabor, substancia y le inyecta pasión para que nuestros inventos y pensamientos tenga luz y éxito.
Muchas veces los jóvenes piensan que es muy temprano para pensar en un juicio, que es esta muy lejos, cuando llegue la vejez o cuando nos visite Cristo. Pero nosotros tenemos que saber que la vida es muy efímera. Como dice el profeta: “es como la flor de la hierba, que a la mañana crece y a la tarde ya esta marchita” (Salmo 90: 5-6). El tiempo que tenemos para tomar decisiones importantes es el que va entre los 14 y los 25 años. Si el proyecto de vida no se resuelve en esa edad, talvez no se resuelva nunca. Pregustémonos no importa tu edad: ¿hasta ahora como va el proyecto de tu vida? Eclesiastés 12:1 dice: “acuérdate de tu creador en los días de tu juventud”.
1 comentario:
Padre Hoyos. Su hermosa reflexion me hizo recordar a mi abuela y casi madre, ella dejo a su novio de compromiso para criar a mi papa quien quedo huerfano a los 14 dias de nacido. Ella era una excelente tejedora, de hermosas colchas, las cuales vendia para ayudar a mis padres a educar nueve hijos.Su ilusion era vernos con una profesion y asi respondimos - excepto uno.Honor a quien honor merece,no fue necesario ser madre biologica, cuando entrego su juventud y su vida por un sobrino huerfano. Gracias.
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