miércoles, noviembre 12, 2008

Seguimos proclamando las maravillas de Dios

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Este fin de semana miles de personas fuimos testigos de la gran obra de sanación y liberación que Jesús continua derramando sobre la Iglesia. La parroquia de San Carlos Borromeo estuvo a reventar, ya no le cabía una persona más, tanto la Iglesia como el estacionamiento se quedaron pequeños. Por primera vez hasta “el ministerio de parqueo” oro por la sanación de muchos conductores que parquearon sus coches ilegalmente obstruyendo las salidas de emergencia. Nadie se quería perder esta misa de sanación, la ultima del año 2008.



¡Y que gran misa! Testimonios en serie que nos dejaron a todos con la boca abierta por su calidad, su seriedad y por lo delicado de las enfermedades terminales. Esta es la experiencia del poder de Cristo que estamos experimentando desde hace más de 23 años que estamos trabajando con el ministerio de sanación, intercessión y liberación. Sobre cada servidor y dentro de cada corazón resuena la gran misión confiada por Jesús a los suyos: “Vayan por todo el mundo y proclamen la buena nueva a toda la creación. Y estas señales acompañaran a los que crean: en mi nombre expulsaran demonios, hablaran en lenguas nuevas, tomaran serpientes en sus manos y aunque beban veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Mt 28, 19; Mc 16, 17-18).



Aunque nuestro Señor Jesús sanaba como Dios, recordemos que Él también poseía poder para sanar por causa de su naturaleza humana. ¿No está escrito: "Él castigo que nos trajo paz fue sobre Él y por sus heridas fuimos nosotros sanados"? Él no uso ningún otro remedio para sanar nuestra enfermedad de pecado, sino el de cargar Él mismo con nuestras enfermedades y dolencias. No te demores más tiempo para consultar al médico de almas. Apresúrate a ir a Él con palabras como estas: “¡Jesús! ¡Señor! ¡Escucha mi súplica! Sálvame, sáname con una palabra. Sin fuerzas me encuentro a tus pies. Has oído mi débil queja”.




La cantidad de testimonios que pudimos atestiguar esa noche nos prueban una vez más que Cristo esta vivo, que el tiempo de los milagros no ha terminado y que estamos “bendecidos y encendidos”. ¡Amen, Amen y Amen!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En la parroquia de Woodbridge que antes regentaba el Padre Hoyos, existe un grupo de oración hispano, al igual que en otras, pero he observado que solo asisten a las misas carismaticas con este tipo de sanación, imposición de manos, desmayos, etc. los feligreses hispanos. No se si hay grupos asi para los anglo-americanos, afro-americanos, orientales, etc. nunca los he visto en estos eventos. ¿Alguien sabe porque? Quizas debo de preguntar al actual parroco de mi parroquia.

Rebel Girl dijo...

I think that the most similar activity to our Misas de Sanacion for English speakers is the Arlington Healing Ministry (http://www.healingministry.net/) of Fr. Tuck Grinnell, St. Anthony's, Falls Church, VA.

As for charismatic prayer groups, there are not a lot of English language prayer groups in this diocese. I haven't even seen a list of them lately but perhaps the Diocesan Charismatic Renewal Council could provide more information (http://www.arlingtondiocese.org/offices/charismatic_renewal.php)

Rebel Girl dijo...

Y, hablando del "porque", quizas porque las pobres ovejas Anglo no tenemos un pastor al igual del Padre Hoyos para organizar y motivarnos!

Anónimo dijo...

Gracias por responder. Yo pensaba que puede ser debido a la diferente manera de profesar el culto en diferentes grupos etnicos y culturales. Lo que es necesario o atractivo en practica para unos, quizas no lo sea tanto para otros.