viernes, febrero 27, 2009

Encontré a José Luis Perales en el paraíso

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Toda una vida he estado curioso y fascinado con las historias del cielo y el paraíso. Pues lo primero que aprendemos en nuestra catequesis parroquial es un paraíso relacionado con Adán y Eva. Pero una de las cosas más curiosas es que buscando e investigando sobre el más allá me encontré el paraíso y para mi mayor sorpresa allí encontré al cantante José Luis Perales preguntándole también a Dios muchas cosas que están pasando a nivel mundial y le decía: “Dime porque la gente no sonríe? ¿Por qué las armas en las manos? ¿Por qué los hombres mal heridos? ¿Por qué los niños maltratados? ¿Por qué los viejos olvidados? ¿Por qué los sueños prohibidos? Dímelo Dios por que te niegas a escuchar?” Y así como él, yo y todos ustedes en el paraíso encontremos todas las respuestas que andábamos buscando. La letra de la canción es un adelanto para prepararnos a ganar un buen puesto en el paraíso prometido.

Me han contado que existe un paraíso
adonde va la gente
no importa lo malvado que hayas sido
si un día te arrepientes.
Olvidé preguntar si había un sitio
para los fumadores.
Lo que parece cierto es que no van
los especuladores
Ni los banqueros
ni dictadores
ni los que mienten desde su tribuna
ni los estafadores
que su camello es demasiado grande
y el ojo de su aguja
tan pequeño
Que a medida que crece su fortuna
el camino a ese cielo es más estrecho
Me han contado que existe un paraíso.
Me han contado que existe un paraíso
donde cabemos todos.
Que por solo un minuto arrepentido
te lo perdonan todo.
Olvidé preguntar si había un sitio
donde escribir canciones.
Lo que parece cierto es que no van
los que se creen mejores.
Los vanidosos
los elegidos
los pregoneros de sus caridades
los dueños de la tierra
que su poder es demasiado grande
y el hueco de su alma
tan pequeño.
Que a medida que crece su fortuna
el camino a ese cielo es mas estrecho.
Que no hay soberbios
ni terroristas
ni tratantes de blancas ni de negros
que no hay violadores
traficantes de niños ni de sueños
ni lobos disfrazados
de corderos.
Que a medida que crece su fortuna
el camino a ese cielo es más estrecho.
Que ha medida que crece su fortuna
el camino a ese cielo es más estrecho.
Me han contado que existe un paraíso…


El paraíso más que un lugar es su estilo de vida, es la dimensión del amor y de la armonía. Es un reino esquivo para aquellos que viven para tener, obnubilados por la inmortalidad y la ambición. El paraíso esta en ti, cuando en tu escala de valores lo espiritual prima sobre lo material y no idolatras al Dios dinero. Eliges el cielo, cuando el amor inspira tus acciones, y te consagras a servir y a sembrar la paz con la justicia. Anticipas el paraíso cuando eres bondadoso y ecuánime, cuando las cosas materiales no te esclavizan, buscando el paraíso encontré a Dios, los Ángeles, la virgen, los Santos, a mis familiares y por supuesto al curioso de José Luis Perales.

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