jueves, octubre 02, 2008

¿Qué haces tú cuando te quedas sin gasolina?

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Ya llevamos varios años lamentándonos que la gasolina esta súper cara, que los sueldos no nos alcanzan y sobre todo ahora en que la economía, podemos calificarla de “crítica y agonizante”. Si el Senado y el Congreso no aprueban la inyección de 700 billones de dólares a la economía Estadounidense vendrán días obscuros y un colapso a los bolsillos de los consumidores.

Lo que más me extraña y me llama la atención es que en lo referente a la gasolina, da la impresión de que a la gente no le importa gastar y gastar. El otro día que iba a una reunión en el norte de Virginia y en mi reciente viaje a Nueva York, observaba los miles de autos en la carretera con una sola persona en el vehículo y pensaba en ese momento; “¿Dónde está la preocupación de ahorrar la gasolina? ¿Por qué no utilizamos este medio de transporte para movernos como familia? ¿Por qué no utilizamos el metro o los buses?

La cantidad de autos que vemos en las carreteras gastan demasiada gasolina, hay que educar a la población en el ahorro masivo del combustible. En vez de utilizar el auto para ir a la esquina o visitar a los amigos más cercanos, caminemos, hagamos ejercicios. Las mujeres hoy en día ven el tanque de gasolina vacío como un inconveniente menor. Los hombres lo ven como el fracaso más grande. ¿Qué haces tú cuando te quedas sin gasolina?

Tal vez no agotes tu combustible, pero a todos nosotros se nos agota algo en algún momento. De pronto necesitas bondad pero el tanque esta vacío. Necesitas esperanza, pero la aguja se pasó de la raya roja. En ese momento no sólo en tu auto pero en tu vida muchas veces necesitas varios galones de gasolina pero te quedan dos gotas. Así también es nuestra vida personal cuando se nos acaban las ilusiones y se empiezan a morir los sueños; la lastima, el enojo y el nerviosismo de que te vas a quedar varado en la carretera o en el medio de un gran tráfico no son la solución. ¿Por qué no lo previniste antes? La negación no mueve la aguja, ni llena el tanque. Si en la mitad del camino se te acaba la gasolina aunque seas el hijo o el heredero de Bill Gates o Donald Trump, tendrás que ir a la gasolinera. Así es nuestra vida en los momentos difíciles. El único que llenará el tanque de felicidad, amor y optimismo es Jesús. Ahora y antes de encender el auto fíjate que tengas gasolina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CUANDO ME QUEDO SIN GASOLINA LE PIDO AL JEFE MAS DINERO!!!!