viernes, enero 30, 2009

¡Ay Dios mío! ¿Qué pasa con mi fe?

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Cuando visito la Isla del Encanto, Puerto Rico, una de las tantas cosas y dichos que me llaman la atención es oír decir a cada momento a los puertorriqueños: “Hay Bendito”, pues directamente se están refiriendo al Altísimo, al Bendecido, al Rey de reyes: Jesucristo. Debemos aumentar nuestra fe.

“¡Señor, Dios mío aumenta mi fe! Hay bendito, que las penas y las crisis no me separen de ti porque en el dolor es cuando más te necesito. No quiero que mi fe sea tan débil que se extinga cuando me golpea la adversidad. Yo, como Job, quiero creer en ti aunque el dolor parezca insufrible y la noche se haga eterna. Aumenta Señor, mi fe y esperare mejores días como el marino cuando pasa la tempestad.”

Necesito hacer depósitos en el banco de la esperanza pensado en lo que conservo y no sólo en lo que he perdido. Necesito una perspectiva transcendente para creer que esta vida es transitoria y que hay un más allá de plenitud. Jamás veras a alguien que de verdad cultiva su día espiritual sumido en el total desespero o hundido en la depresión. Nunca veras a personas realmente amigas de Dios vencidas por los problemas o con una vida enredada.

Lo que si veras son personas que confunden la fe con el culto o con saber mucha Biblia y reniegan “su” Dios ante una dificultad. Y digo de “su” Dios porque creen en un Dios manejable que a ellos les de libertad, pero se las quite a los demás. Un Dios débil que se pueda manejar con ritos y limosnas y que haga lo que nosotros queramos y desde luego, cuando surge el mal, buscando o no, y ese pequeño Dios no hace milagros, entonces pierden la fe que dicen tener. Además le han dedicado a lo espiritual solo migajas, y aun así pretenden que un rezo obre maravillas.

Que ojalá nuestra fe esta acompañada de buenas obras. Que además de nuestra fe demos apoyo a los demás, compartamos un abrazo fraternal, unamos nuestras manos en solidaridad y regalemos una sonrisa de amor y de fe.

Foto: El Cristo Negro de Esquipulas, San Fernando Cathedral, San Antonio, Texas

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