Por el Rev. José Eugenio Hoyos
El mundo entero de nuevo estamos viviendo acontecimientos históricos de libertad en el conflicto de los secuestrados por las FARC en Colombia. Los que hemos sido testigos o tocados directamente por el flagelo del secuestro entendemos el sufrimiento, la angustia y el padecimiento de sus seres queridos, de las familias, por la ausencia de quienes amamos.
Estamos en la expectativa porque los que somos familia de los asesinados diputados del Valle del Cauca hace casi 2 años estamos esperando que quede en libertad el único sobreviviente de los 12 compañeros secuestrados y acribillados por los grupos insurgentes de la guerrilla, estamos hablando del diputado Sigifredo López. Quisiéramos después de su libertad, sentarnos a hablar con él en privado para que nos cuente que pasó, el por qué del asesinato de sus compañeros incluyendo mi hermano, el diputado Jairo Hoyos Salcedo. Queremos conocer algunos detalles para así traer paz a nuestras familias y entender una vez más este conflicto y lo que en realidad hubo detrás de todos estos dolorosos acontecimientos.
Nos alegramos de todo corazón por la libertad de los policías Alexis Torres, José Lozano, Juan Fernando Galicia y el militar Giovanni Domínguez. Bienvenidos a casa y a la sonada libertad. Gracias a las oraciones y muestras de solidaridad de toda la comunidad internacional, nos vamos acercando poco a poco a romper totalmente las cadenas horrendas del secuestro y a despertar la dignidad y la libertad de los ciudadanos.
Una de las cosas maravillosas que todos hemos aprendido es a no perder la fe. En entrevistas a los familiares, siempre pudimos ver que en cada casa de los secuestrados las familias conservaban las fotos de sus seres queridos acompañados de una imagen de la Santísima Virgen, una cruz, el rosario y veladoras encendidas. Esa es la fe de un pueblo colombiano católico que no pierde su fe y sus tradiciones. Ahora continuaremos con mucha más fuerza en nuestras cadenas de oración para pedir que todos los secuestrados que aún quedan en las selvas encadenados sean puestos en libertad y que Colombia empiece a disfrutar la esquiva pero necesaria paz.
Foto: Familiares del diputado secuestrado Sigifredo López y foto del diputado asesinado Jairo Hoyos Salcedo
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