viernes, abril 09, 2010

Abuso sexual de los niños de Dios

Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
9 de Abril 2010

Aunque no nos guste debemos hablar, conocer e informarnos sobre el abuso sexual de menores dentro de nuestra comunidad. En la mayoría de niños abusados las familias siempre han pensado que esta situación critica y criminal no les iba a suceder y estaban muy equivocados pues esto puede suceder en las escuelas, en las iglesias, en los campos deportivos, y hasta con los mismos miembros de la familia.

Mi reflexión sobre el abuso sexual y la pedofilia personalmente la considero como un gran crimen, una monstruosidad, un pecado mortal, una enfermedad incurable y una situación alarmante donde todos debemos combatirla. Últimamente y con gran tristeza los principales diarios y medios de comunicación han mostrado la Iglesia Católica con grandes titulares de abusos sexuales de niños. No es que quiera defender a la Iglesia que es mi gran familia y donde todos los bautizados pertenecemos a ella. Todo lo contrario la Iglesia Católica esta haciendo un gran trabajo de prevención y denuncia de estos hechos.

Tenemos que reconocer que según las estadísticas de abusos el 40% de menores abusados corresponden a miembros de las mismas familias (tios, padrastros, hermanastros, vecinos etc) 2% a miembros de diferentes iglesias con un porcentaje alto en la iglesia católica, otro porcentaje en profesores, profesionales etc.

Aunque los porcentajes son terribles lo ideal para una sociedad sana y libre de abusos es el de cero tolerancia de luchar en una agresiva educación y cuidado para que esto no suceda. Las victimas de abuso sexual quedan con grandes huellas sicológicas difíciles de sanar que llevan como pesadas cargas para toda la vida.

La iglesia católica actualmente me consta esta tomando acción sobre estos dolorosos hechos que ojala jamás se vuelvan a repetir. Por ejemplo la iglesia en los Estados Unidos obliga a los empleados, voluntarios, sacerdotes y seminaristas a que tomen unos cursos intensivos sobre la protección de los menores y el abuso sexual.

El Obispo Paul S. Loverde de la Diócesis de Arlington ha abierto una oficina de prevención y de denuncia de estos hechos. Cada mes visita las parroquias y ofrece una misa de sanación por las victimas de abuso sexual. Los abusadores generalmente son personas que con frecuencia conocen a los menores y les tienen confianza. Para conocer un enfermo de pedofilia es aquel quien solo quiere estar cerca de los niños, les invita a pasear, les da regalos costosos, ofrece dinero y acaricia exageradamente.

A un niño abusado hay que escucharle y creerle cuando dice que un adulto lo ha tocado. No esperemos que pasen los años para denunciar, hay que denunciar inmediatamente. En nombre de la iglesia pedimos perdón a todas las victimas abusadas sexualmente y también queremos pedir respeto por los sacerdotes que estamos cumpliendo con una gran y santa misión. No todos los sacerdotes abusan niños, pues por muchos años hemos disfrutado de sacerdotes santos. Bendiciones.

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